Hasta la semana pasada, las tiendas de la frontera estaban atendiendo a clientes brasileños a través de aplicativos y haciendo las entregas en la línea internacional sin ninguna sanción por parte de los militares.

Posteriormente, y a partir de este lunes, una nueva determinación del Ministerio de Salud de nuestro país, la práctica fue prohibida, lo que aumentó aún más la pérdida de empresarios paraguayos que tienen sus mayores clientes en Brasil.

Con el cierre de la frontera, se estima que las empresas de Pedro Juan Caballero ya han despedido a unas 5.000 personas y, según la Cámara de Industria, Comercio, Turismo y Servicio de esa ciudad, cientos de empresas ya no abrirán sus puertas.

Incluso con la manifestación de los empresarios, el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, ha declarado que la frontera no se volverá a abrir y considera que Brasil es una amenaza para los países vecinos debido a la gran cantidad de casos de coronavirus.