Por Benjamín Fernández Bogado

Dentro del plan que tiene el Gobierno de buscar soluciones económicas, no le cae otra ficha más que seguir endeudando al país. Hasta ahora no ha habido un solo gesto desde el Ejecutivo serio, confiable, creíble en torno a cómo tener que achicar los costos del Estado paraguayo en los dos rubros centrales: en el pago de salarios y en la compra de bienes y servicios.

En los dos frentes tenemos graves problemas y el ministro de Hacienda no ha dicho una sola palabra acerca de reducir drásticamente los altos salarios del sector público y, por el otro lado, impedir a toda costa que nadie se robe un peso en sobrefacturaciones en la compra de bienes y servicios. Eso es lo que estamos esperando en el Paraguay. El presupuesto general de gastos se va todo en ambas cosas y si seguimos manteniendo operativo un Estado ladrón, cleptómano como el que tenemos, vamos a seguir endeudándose cada vez más y en circunstancias todavía más dramáticas.

El Estado tiene que cortarse su propia carne. Eso significa, tiene que hacer los grandes sacrificios que corresponden a un tiempo de este tipo. No es simplemente afirmar que están buscando bicicleteada la deuda que han contraído con los bonos colocados a partir del año 2021. Esto no tiene salida. La única manera que tenemos es severos recortes al gasto público en términos de salarios y a la contratación de bienes y servicios. El Estado paraguayo no tiene otra salida. Lo contrario es una provocación a una población famélica y desempleada que saldrá a las calles a quemarlo todo.