La decisión fue tomada por los camaristas Marta Acosta, Raúl Insaurralde y Mirian Brítez, informó Wilson Ferreira, periodista de Última Hora.

La fiscala Vanesa Candia se encargó de investigar los hechos contra el acusado y lo llevó a juicio oral, ocasión en que la Fiscalía demostró con suficientes pruebas que el sentenciado había abusado de su hija de 12 años, también había agredido sexualmente a su hijastro de 7 años. Los hechos sucedieron en la zona de Minga Guazú y la denuncia se realizó en el 2019.

En el juicio se comprobó que el hombre ejercía de forma sistemática violencia física y sicológica contra el pequeño y su madre, quien en ese entonces era su pareja. También se probó que la niña contrajo una enfermedad de transmisión sexual.

La misma, pese a presentar un cuadro avanzado de infección, no fue asistida por el acusado, quien incluso quiso impedir que sea derivada a un centro asistencial.

Al considerar todas estas pruebas producidas por la Fiscalía, el Tribunal de Sentencia conformado por Emilia Santos, Flavia Lorena Recalde y Milciades Ovelar dictó la sentencia de 24 años de prisión.

Luego, la defensa presentó la apelación y el Tribunal de Alzada, tras analizar exhaustivamente los antecedentes, confirmó la sentencia de primera instancia.

Los nombres de la niña, del niño y del condenado se omiten en cumplimiento del artículo 29 del Código de la Niñez, que prohíbe la publicación de datos que posibiliten identificar a los menores de edad en condición de víctima o supuesto autor de hechos punibles.