Abogada dijo que ella nunca tocó el arma

Aseguró que la señora Mirta dijo que entregó a ella el arma porque está asustada, pero aseguró que ella no tiene el arma.

“El arma se le entregó a la viuda y ella habrá vendido. Yo nunca toque el arma”, aseguró Liz López, la abogada cuya casa fue allanada en la mañana de este viernes, en investigación del arma que se usó para atentar contra el intendente de Pedro Juan, José Carlos Acevedo.

Mirta Raquel Benítez, había dicho a las autoridades que ella entregó el arma a la abogada de su marido Fernando Javier “Gordo” Lezcano como parte de pago de sus honorarios, sin embargo, la profesional de derecho negó que haya tocado el arma y que no sabe donde estará.

La misma afirma que Mirta fue a buscar el arma en la Dimabel, pero le dijeron que ahí ya no estaba, por lo que se le entregó en la Fiscalía de Pedro Juan Caballero en el 2021. Alega desconocer qué hizo la mujer del arma y que posiblemente vendió para pagarle a ella sus honorarios.

“Nosotros hicimos un trabajo por G. 2.000.000 para ayudarle a ella (…) pero ni siquiera cobré mis honorarios no sé a quien ella le vendió el arma, capaz dijo que me dio porque está asustada, presionada, a su marido le mataron en el 2017, está superasustada, pues tiene tres hijos”, declaró la abogada a la par de decir que ella también está asustada con todo lo que pasa.

Por su parte, Denis Echagüe, abogado de Liz López Peña, dijo que la señora Mirta sabe a quien vendió el arma ya que ella misma había dicho a su defendida que iba a vender para pagarle por sus honorarios.

“La señora Mirta sabe a quién se le vendió el arma y vamos a solicitar para que ella pueda hacer una ampliación de su declaración indagatoria, pero hay que tener en cuenta que existe temor por parte de ella”, manifestó

Imputada por trasgresión de armas

El abogado Cesar Romero Irigoyen, representante de Mirta Raquel Benítez López, dijo que su defendida fue imputada por Transgresión a la Ley de Armas y le parece injusto, siendo que ella no tenía en su poder el arma.

El mismo aseguró que su clienta nunca retiró el arma, por más que hay un acta de entrega, indicando que ellos firmaron el acta y con ese documento se fueron a la Dimabel para retirar, pero que ahí le dijeron que el arma no estaba en el lugar.