Luego de dar por años las órdenes en el narcotráfico fronterizo, la joven de 28 años, pasó a cumplir órdenes de los celadores, en una prisión estatal brasileña.

Madre de dos niñas y sin antecedentes penales, la atractiva joven pasaba desapercibida para las autoridades, hasta que cayó en Ponta Porã con siete toneladas de marihuana el pasado 9 de marzo y ayer pasó a ser reclusa.

La muchacha estaba en compañía de sus dos hijas de 5 y 8 años, además de un adolescente de 14 años y otros tres hombres involucrados en el negocio fronterizo.

Bonde do maluco

Tanto ella como su marido Mauricio Alberto Pallos de Souza, de 30 años -detenido un día después que ella en Bahia- se habrían convertido en líderes de la facción criminal “Bonde do Maluco”, tras el asesinato de su fundador José Francisco Lumes en diciembre del año 2019.

Tres asesinatos

Pero los crímenes adjudicados a la joven paraguaya no tienen que ver solo con el tráfico de drogas. La misma está sindicada como mandante de tres asesinatos.

El delegado Rodolfo Drato informó a los medios brasileños que Camila fue la responsable de mandar decapitar a Wathylla Pereira Soares, de 26 años, una joven oriunda de Araguaína, localidad donde él mató al novio de su exnovia.

El homicidio ocurrió el 4 de marzo del año pasado. Un día después de esta ejecución fueron asesinados también Adeilton Rocha dos Santos y María Carolina Alves Pulquerio, de 18 años.

De acuerdo a los datos, las tres víctimas formaban parte del mismo grupo criminal y fueron liquidados a consecuencia de problemas internos.

Envían droga a cuatro estados rapái

Nacida en Paraguay, Camila también tiene identidad brasileña. Sus dos hijas fueron entregadas al Consejo de Tutela para ser entregadas a sus familiares.

El matrimonio es uno de los principales proveedores de marihuana y pasta base de cocaína a los estados de Mato Grosso do Sur, Minas Gerais, São Paulo y Bahia. También son sindicados como autores de robos a bancos y autos de alta gama en el vecino país.